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“El problema médico en el ámbito rural se nos ha echado encima sin que la Administración hiciera caso a los avisos que le llegaban”


En la actualidad, nuestro país se enfrenta, entre otros, al enorme reto de la despoblación rural. Esto se ve acentuado cuando el médico acude a los pueblos con menos frecuencia, lo que motiva a la población rural a desplazarse a zonas urbanas con más servicios médicos. Del mismo modo ocurre con la medicina rural, que se encuentra en un momento muy delicado y si no se toman medidas urgentes para atraer médicos en estas zonas, irán desapareciendo.

Así se ha puesto de manifiesto en la mesa ¿Le quedan oportunidades a la Medicina Rural en la España vacía?, en el 42º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), en la que el doctor Pablo Antonio Martínez Barseló, moderador de la sesión y presidente de SEMERGEN Aragón, señala que la situación actual “es bastante mala y el futuro se presenta todavía mucho peor a no ser que la Administración se implique y se comprometa a explorar todos los caminos posibles para dar una solución satisfactoria tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios”.

La medicina rural es, por lo general, más cercana, donde se atiende al paciente de una forma longitudinal. De igual forma, tienes la oportunidad -y eso es un hecho diferenciador- de practicar una medicina comunitaria, “ya que atiendes desde los abuelos hasta los nietos. El resultado de la actuación médica es directamente visible y, muchas veces, te conviertes en el apoyo y referente de tus pacientes”, señala la doctora Laia Homedes Celma, médico rural y miembro del grupo de trabajo de Diabetes de SEMERGEN.


Necesidad de hacer atractiva la medicina rural

La falta de médicos rurales que hay en España es palpable y se aprecia año tras años. Las plazas que se quedan vacantes en los pueblos son muy difíciles de volver a cubrir y, además, el tiempo de permanencia en esas localidades suele ser muy corto porque los concursos de traslados favorecen esa movilidad.

Es necesario una incentivación económica, formativa, social y tecnológica para que los jóvenes médicos decidan desarrollar su labor profesional en el ámbito rural. Así lo destaca el doctor Javier Marzo Arana, médico de familia y Asesor Técnico de la Dirección General de Asistencia Sanitaria, que considera que hay que tener “una visión de esperanza en la medicina rural, que tiene que seguir siendo de calidad. Hay que cambiar el paradigma actual para que las jóvenes generaciones de MIR se forman en nuestra especialidad y la vean como un punto de desarrollo profesional atractivo.”

En la misma línea habla el doctor Francisco Vicente Martínez García, presidente de SEMERGEN Castilla y León, que destaca la importancia de impulsar “la capacidad resolutiva y dotar de mejores medios que sirvan de estímulo. Es vital mejorar lo medios técnicos, ofertar rotaciones de formación periódica para variar en el tipo de actividad que se realiza”. A esto, complementa la doctora Homedes, hay que incrementar el presupuesto “tanto en las infraestructuras como en las instalaciones de los consultorios y debe mejorarse el material clínico y tecnológico de dichas zonas”.

La situación de la medicina rural actualmente “es un problema que se nos ha echado encima sin que la Administración hiciera caso a los avisos que le llegaban de todos los estamentos médicos. Hay que revertir la situación cuanto antes” concluye declara el doctor Martínez. Es fundamental potenciar y visibilizar la medicina rural porque si queremos pueblos y que estos pervivan, necesitamos médicos rurales.